martes, 13 de febrero de 2007

QUE ES LA PESCA ?


Existen hombres, entre los que me incluyo, que durante toda su infancia, para su cumpleaños, pedían de regalo una caña de pescar y un reel. E incluso hoy, de grandes, siguen deseando en el fondo de sus corazones el mismo regalo.Y hay una pregunta que la mayoría de ellos se hizo alguna vez: ¿Qué es la pesca?
La respuesta, que siempre parece "quedarse corta", sigue siendo la misma: un mundo fascinante inventado por los hombres y que sólo entendemos aquellos que formamos parte de él... el resto no entiende nuestra pasión y fanatismo.Un pescador es un tipo de hombre que todavía sigue maravillado por la sensación de no saber qué es lo que hay debajo del agua, sea un mar, un río, un lago o un pequeño arroyo.
Y a pesar de que pasan los años y cada vez son menos las cosas que nos sorprenden, esta es una sensación que sigue intacta entre los miles de pescadores que todos los fines de semana del año se acercan a cualquier espejo de agua del país para ver qué hay debajo de sus aguas. Un pescador es un romántico que está enamorado de la naturaleza.
Algunos dicen que pescador se nace y es cierto, pero también he conocido hombres a quienes la vida ha hecho pescadores, y también son muy buenos.La pesca ha logrado mantener desde sus orígenes su espíritu intacto. En un mundo donde la tecnología y la ciencia explican todo y desencantan los misterios del mundo, la pesca sigue religiosamente siendo un secreto.Sus preparativos, lenguaje, ideales y fracasos, son sus códigos fundamentales. La pesca es, al igual que la vida, una gran ilusión, donde el ideal del gran pez o big fish -que en algún lugar nos está esperando- es el motor fundamental. Aunque pueda o no hacerse realidad, nos mantiene vivos, y nos da ganas de seguir pescando, de seguir viviendo...


LA PESCA Y LOS CHICOS


La boya comienza a titilar para finalmente hundirse frente a la mirada incrédula de un pequeño al que apenas le alcanzan los brazos para levantar la caña. Si logró clavar al pez, la sonrisa será tan amplia que por mucho tiempo resultará imborrable. Y la anécdota pasará a formar parte de su vida.
Cuando un padre, un tío o un abuelo le regala a un chico una caña de pescar, en realidad no le está regalando un juguete, sino una filosofía de vida. Lo difícil es hacer que una filosofía de vida dure para siempre: ese es el verdadero desafío que tiene quien enseña a pescar.
Lo que a un niño le atrae en algún momento -por lo general, lo desconocido- puede aburrirlo en poco tiempo. Por eso, es muy importante cómo se les enseña este verdadero arte de la pesca.
Hay que entender que están haciendo sus primeros intentos en la pesca, al igual que en su momento lo hicimos nosotros. Llevarlos a pescar peces de gran porte no tiene sentido, ya que la mayoría de las veces requieren técnicas especiales, que se adquieren con el tiempo y la experiencia.
Para despertar en los chicos el interés por la pesca deportiva, hay que pensar en primer lugar que deben divertirse, deben sentir que detrás del agua se encuentra un mundo mágico que les puede deparar increíbles sorpresas en cualquier momento. La paciencia es otro de los requisitos fundamentales.
Formar a un pescador no es tarea sencilla y depende muchísimo de la relación que se establezca entre maestro y alumno. Hay quienes sostienen que el "gen del pescador" es algo innato y que puede despertarse en cualquier momento de nuestras vidas, tanto de chicos como de grandes. Lo importante es que el gen en algún momento se despierte.
Soy de aquellos pescadores que aún hoy, y después de haber vivido miles de horas pescando, sigue manteniendo intacta la fascinación de no saber qué hay debajo del agua.-



LOS GUIAS DE PESCA


Me alquilo para soñar es un cuento del genial escritor colombiano Gabriel García Márquez. El título resume de manera perfecta el oficio de los guías de pesca. En ellos descansa nada más ni nada menos que el éxito o el fracaso, y la difícil tarea de hacer realidad los sueños del pescador.
Si bien la pesca tiene su gran cuota de azar, existen determinadas personas que poseen un verdadero conocimiento sobre su lugar de influencia, casi "científico", se podría decir.
Y este don, que no es algo innato sino algo que la experiencia se ha encargado de enseñar y perfeccionar, los hace imprescindibles a la hora de organizar una salida de pesca, para que ésta resulte exitosa y agradable para el pescador.
Navegar el Paraná y no perderse en sus aguas a través de sus innumerables cauces, arroyos y lagunas no es algo sencillo para quienes no lo conocen. Menos sencillo resulta ubicar a los peces. Lo mismo sucede en los lagos y ríos de la Patagonia, en la región cuyana, en las sierras cordobesas, en el noroeste argentino y en la costa atlántica.
Por ello, cuando se decide ir a pescar a un lugar que no se conoce, resulta fundamental contratar los servicios de guías de pesca o asesorarse por baqueanos que conozcan realmente los lugares donde se realizarán los intentos.-


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